EDITORIAL

La Medicina Nuclear  es  una  especialidad médica multidisciplinaria  que  utiliza  el  aporte  de  las radiaciones ionizantes en la salud. Tras la segunda guerra mundial después de los desastres atómicos de Hiroshima  y Nagasaki,  en  la  década  de  los  años  50  nacen  las  aplicaciones  pacíficas  de  las radiaciones. El emblemático discurso “Átomos para la Paz”, pronunciado por el presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower en 1953, condujo a la creación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en 1957, que difunde y facilita al mundo las aplicaciones y la tecnología nuclear. La Medicina Nuclear utiliza isótopos radiactivos con diversas técnicas biofísicas para la prevención, diagnóstico,  terapéutica e  investigación médica. Estas sustancias  radiactivas solas o ligadas  a  fármacos,  llamadas  radiofármacos,  son  introducidas  en  el  cuerpo  por  la  vía  oral, endovenosa o inhalatoria, emitiendo energía, la que es detectada por un dispositivo de detección externa  como  cámara  gamma,  cámara  gamma  SPECT  (tomografía  computarizada  de  emisión monofotónica) o cámara PET (tomografía por emisión de positrones), obteniendo  imágenes precisas acerca de la función de un órgano, a través de los procesos químicos y biológicos de la actividad celular. La aplicaciones clínicas de esta especialidad son diversas pudiéndose realizar estudios en toda la economía desde el sistema nervioso central (SNC) hasta el sistema osteoarticular, resaltando el mayor desarrollo en el campo oncológico, metabólico y cardiovascular, que engloban patologías que son las primeras causas de morbi mortalidad a nivel mundial. Es de vital importancia mencionar que el desarrollo  tecnológico ha permitido que hoy  la medicina nuclear proporcione  imágenes de alta calidad y resolución, necesarias para un diagnóstico precoz y oportuno, contando hoy con equipos híbridos  que  combinan  la  imagen  funcional  convencional  con  la  anatómica,  por mencionar  al SPECT-CT, PET-CT, que poseen un tomógrafo incorporado y PET-RMN (Resonancia magnética nuclear) que posee un  resonador magnético  incorporado. 

En el presente presento un estudio en relación a propósito de un caso clínico de una enfermedad poco prevalente y de difícil diagnóstico que afecta el SNC, llamada hipotensión intracraneal espontánea, que se caracteriza por una cefalea  intensa postural, y de la utilidad del uso de la medicina nuclear con un equipo híbrido SPECT-CT (Carlos C.) que se presentó en el Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo (HNCASE) EsSalud de nuestra ciudad de Arequipa, haciendo hincapié, que es el primer hospital de EsSalud a nivel nacional que cuenta con este equipo, con médicos nucleares formados por  la UCSM. 

Este  reporte científico nos permite  reforzar el concepto de  la utilidad, bondades y eficacia de  la tecnología en el campo de la medicina, y de las alternativas diagnósticas que nos ofrece la medicina nuclear  híbrida  para  el  diagnóstico  de  enfermedades  complejas  precozmente,  que  en  nuestra actualidad deben de estar al alcance de  toda  la población, objetivo de  la OIEA. 

Carlos Arturo Cárdenas Abarca M.D.

Hospital Nacional Carlos Alberto Seguín Escobedo (HNCASE) EsSalud

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Publicación Actual
Volumen 10 - Número 2 (2024)